viernes, 16 de diciembre de 2011

Los cristianos también tenemos un armario

Hace unas décadas se puso de moda la expresión "salir del armario" para indicar que una persona manifestaba públicamente lo que antes sólo era conocido por unos pocos o, incluso, tal vez era ignorado completamente. La frase se aplicaba principalmente a los que eran homosexuales y, especialmente, a los que tenían una cierta relevancia pública.
Creo que la expresión puede aplicarse a otras muchas facetas de la vida, donde uno puede considerar que manifestar abiertamente lo que es o lo que piensa causará rechazo. Me parece que también podemos utilizar este concepto para referirnos a la manifestación pública de nuestra condición de cristianos. Pese a las raíces culturales de nuestro país, el carácter cristiano de una persona se considera cada vez más como algo marginal, por lo que muchos pueden sentirse tentados a camuflar sus convicciones religiosas, bajo el miedo de que podrían reportarle situaciones desagradables: burlas de compañeros de trabajo o amigos, pérdida de oportunidades de promoción social o profesional, descrédito en las propias opiniones...
A veces, estos prejuicios están basados en situaciones reales. No estoy de acuerdo con que en este país haya una persecución religiosa, como algunos católicos parecen indicar, pero sí resulta evidente que ser cristiano

lunes, 5 de diciembre de 2011

Preparando la Navidad

Ya han encendido las luces especiales, ya comienzan a verse los primeros adornos, ya empiezan a organizarse las comidas o cenas de confraternización, ya es insistente el reclamo comercial para regalar con ocasión o sin ella, ya los niños -y no tan niños- te "asaltan" para que compres papeletas de algún tipo de sorteo, ligado casi siempre con la lotería,... !ya estamos en Navidad!
Pero, ¿es eso realmente la Navidad?, ¿cuál es el sentido de estas fiestas? ¿de qué tenemos que alegrarnos?, ¿del fin de año, del cambio de calendario, de la proximidad a una celebración tradicional, aunque no se sepa bien de dónde viene la celebración?
Navidad proviene del latín nativitas, que significa nacimiento. ¿De quién? Aunque la Sagrada Escritura no nos da pistas claras para situar el día exacto del nacimiento de Jesús en Belén, los cristianos lo celebramos el 25 de diciembre desde el siglo III, cuando Sexto Julio Africano lo situó en ese día. Para la época del Concilio de Nicea en 325, la iglesia alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae de Jesús, que se mantiene desde entonces en la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana, algunas otras Iglesias protestantes y la Iglesia Ortodoxa Rumana; mientras otras iglesias ortodoxas lo sitúan el 7 de enero.
Dejando a un lado esas controversias históricas, la tradición cristiana de Europa ha celebrado desde hace 17 siglos el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, y la alegría por ese acontemiento tan trascendental da un sentido muy hondo a las celebraciones de estos días. La honda alegría por conmemorar la encarnación y nacimiento de nuestro Señor no está reñida con el regocijo, la sana celebración y la licencia de algo extraordinario. De ahí a que las navidades se conviertan en una demonstración de derroche consumista desproporcionado, de jolgorio que raya en el esperpento, de desatino insustancial, va un abismo. Celebramos que Jesús nació en Belén, y eso nos llena de alegría, pero Jesús nació en una cueva, desprovisto de casi todo lo que consideramos imprescindible: sólo tuvo el cariño de sus padres, la compañía de unos animales y, poco después, de unos pastores rudos, pobres, pero que quisieron dar a Jesús lo mejor que tenían. En Belén había alegría, cantos, pero sobre todo una enorme generosidad de quien siendo Dios se quiso hacer hombre, como nosotros, frágil, necesitado. El rostro de la Navidad no es el rostro del desenfreno, sino del cuidado amoroso por quienes son olvidados, quienes son más frágiles, quienes están más necesidados.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Resumen del simposio Ciencia y Religion

Los días 10 y 11 de Noviembre se celebró un simposio Internacional denominado: “Ciencia y religión en el siglo XXI: ¿diálogo o confrontación?”. Este evento fue organizado por la Fundación Ramón Areces, con la coordinación científica de Emilio Chuvieco, Catedrático de la Universidad de Alcalá y Denis Alexander, director del Instituto Faraday de la Universidad de Cambridge.
El evento causó un notable interés público. Se inscribieron 410 personas, provenientes de diferentes entidades (centros de enseñanza media, universidades, laboratorios de investigación, hospitales, clínicas…), así como un grupo de personas jubiladas. En cuanto a procedencia geográfica, la mayor parte de los inscritos procedieron de la Comunidad autónoma de Madrid, pero también se contó con la participación de personas provenientes de Manchester, Oxford, Barcelona, Granada, Navarra, Murcia, País Vasco, Vigo, Valencia, Guadalajara y Zaragoza.
Este simposio se organizó como parte de la colaboración incipiente entre el seminario ciencia y religión de la Universidad de Alcalá y el Faraday Institute, de la Universidad de Cambridge. Pretendía impulsar el diálogo

lunes, 14 de noviembre de 2011

A quien no voy a votar en estas elecciones

Ya sé que no es adecuado hacer propaganda negativa, pero sin llegar a acampar en sol, también me siento indignado con muchas cosas que vengo observando en mi país en los últimos años, y que me empujan a adoptar una postura crítica ante las elecciones del próximo domingo. No tengo claro a quien votaré, pero sí a quien no lo haré para que, en lo que dependa de mi, no vuelvan a tomarnos el pelo:
1. No votaré a un partido que no sea toma en serio la educación, que promueve leyes que han conseguido que nuestro país esté en la cola del furgón europeo.
2. No votaré a un partido que no defiende toda vida humana, desde su estado embrionario hasta su muerte natural. La ciencia no establece ninguna diferenciación biológica en esas fases y la ética nos impele a proteger al más débil, al que está más desvalido.
3. No votaré a un partido que sacrifica la protección social a los intereses del mercado, que toma medidas económicas inconsistentes y guiadas por presiones externas.
4. No votaré a un partido que no tiene una política de estado clara, que no sabe cómo articular el gobierno central y el autonómico, que consiente duplicidades en la administración.
5. No votaré a un partido que no se comprometa, en serio, a invertir en investigación y desarrollo, que no esté convenido de que la economía española no puede depender de sectores volátiles (turismo, construcción...).
6. No votaré a un partido que no promueva a los mejores en cada nivel de gobierno, frente a los mediocres que solo tienen como credencial la fidelidad al partido.
7. No votaré a un partido que utiliza el medio ambiente como un señuelo cosmético, que elimina el ministerio, que no tiene una política energética clara, con disposiciones erráticas en la promoción de las energías renovables (ahora sí, ahora no), que no toma decisiones sobre el cementerio de residuos nucleares...

Igual con estos requisitos no encuentro a qué partido votar. Miraré cuál se acerca más y decidiré en consecuencia. Animo a todos a que piensen en sus valores y los confronten con las ideas y los hechos de los distintos partidos. Tenemos una oportunidad clave para comenzar a cambiar las cosas.

domingo, 23 de octubre de 2011

Ciencia y religión: ¿diálogo o confrontación?

Con este título, estoy organizando un simposio internacional en la Fundación Ramón Areces, que tendrá lugar los días 10 y 11 de Noviembre en el Salón de Actos de la Fundación (Vitruvio, 5. 28006 Madrid). La entrada es libre y habrá interpretación simultánea, asi que espero que sea una magnífica oportundidad para escuchar opiniones cualificadas sobre diversos ámbitos de la ciencia en los que el diálogo, o a veces la confrontación, con la religión ha sido más evidente. Se cubrirán diversas temáticas, desde cuestiones históricas (origen de la ciencia y el caso Galileo), hasta temas de bioética (investigación ambiental y biomédica), pasando por el debate sobre el origen del Universo, la existencia de vida en otros planetas, la compatibilidad entre evolucionismo y creación, las relaciones cerebro y alma, o la posibilidad de generar inteligencia artificial. Los temas serán tratados por expertos en cada temática, provenientes de prestigiosos centros, tanto nacionales como extranjeros: Francisco Ayala (Universidad de California, Irvine), Denis Alexander (Universidad de Cambridge),  John Hedley Brooke (Universidad de Oxford), Marco Bersanelli (Universidad de Milán), Jennifer Wiseman (NASA)  John Wyatt (Universidad de Londres), Ignacio Sols, Fernando Sols y Cesar Nombela (Universidad Complutense), Fernando de Arriaga (Universidad Politécnica de Madrid), José Manuel Giménez-Amaya (Universidad de Navarra) y Emilio Chuvieco (Universidad de Alcalá). Creo que será una magnífica oportunidad para debatir sobre temas de gran calado, en donde la religión y la ciencia pueden ayudarse mutuamente. La religión proporciona una estructura moral, que promoviendo el desarrollo de la ciencia asegure que no se vuelva contra el ser humano, mientras la ciencia permite fundamentar más sólidamente las creencias, haciéndolas compatibles con el conocimiento profundo de la realidad material. Animo, por tanto, a todos los lectores de este blog a que participeis en las jornadas y que difundais el evento entre vuestros contactos y amigos.
En enlace para la inscripción está en la página de la Fundación Areces, así como información adicional sobre el evento:

lunes, 17 de octubre de 2011

¿Es Jesús un personaje histórico?


Los cristianos no creemos en un Dios etéreo, inaccesible, conceptual, sino en un Dios que se hizo carne como nosotros, que vivió en una época determinada de la Historia, que sonrió, se cansó, sintió sed, hambre y finalmente murió, tras una serie de sufrimientos horribles. En definitiva, nuestra fe se concreta en un Dios infinito y omnipotente, pero también en un Dios personal, que se hizo humano, como nosotros.
Ahí la fe genérica en la existencia de un Ser que nos supera se concreta en una figura de carne y hueso que nos resulta muy cercana. En ese momento cruzamos el umbral de la Filosofía para entrar en el de Historia. La existencia histórica de Jesús de Nazaret no puede negarse con ningún argumento medianamente riguroso, pues la documentación que nos ha legado la Antigüedad sobre la figura y los hechos de Jesucristo es mucho mayor que la disponible para cualquier otro personaje de la Historia antigua, desde César hasta Alejandro, de Homero a Aristóteles. De hecho, el Evangelio de San Lucas, al que podemos calificar al menos como un buen historiador, ofrece en diversos pasajes una perfecta datación de los hechos que narra. Por ejemplo, nos dice para situar el nacimiento de Jesucristo: “Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino” (San Lucas, 2:1-2). O todavía de modo más preciso, nos dice al inicio de la predicación de San Juan Bautista: “En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto” (San Lucas, 3:1-3).
La reciente controversia a propósito del Código da Vinci, que mezclaba hábilmente la Historia con la ficción, ha facilitado que muchos más cristianos conozcan las raíces de los documentos sobre los que se basan sus

lunes, 10 de octubre de 2011

¿Crecimiento sostenible?


Seguimos levantándonos todos los días con noticias más o menos apocalípticas sobre la situación de la economía, que se capitalizamos los bancos, que si Grecia suspende pagos, que si tal o cual empresa se ha dejado hasta los calcetines en la bolsa, y un largo y cotidiano etcétera.
Parece claro que la economía es la preocupación prioritaria de buena parte de los ciudadanos, que sin entender exactamente qué está pasando, ni cuál es su origen, ni mucho menos su solución, sufren las consecuencias de una incertidumbre que repliega buena parte de su confianza en el futuro.
Hemos vivido décadas bastante anómalas si consideramos la Historia en su conjunto. En nuestro continente, casi nunca ha habido una temporada tan larga sin guerras, hambrunas, o grandes desastres naturales. Y nos hemos acostumbrado a vivir bien, siempre es más fácil acostumbrarse a vivir bien. Como dice la abuela de un amigo: "es más fácil ir de bancos a sillas, que de sillas a bancos". No es esa la experiencia de otros países, por ejemplo de algunos de Latinoamérica, que ya saben lo que significa ser ricos y dejar de serlo. En mi generación no tenemos/teníamos esa experiencia, y por eso estamos perplejos ante lo que ocurre y, sobre todo, ante lo que puede ocurrir.
Pero las crisis son también momentos de mirar las cosas de otra manera, de revisar si estamos apuntando en la línea correcta, si nuestro modelo de desarrollo era realmente consistente. No me refiero a su consistencia económica, sino sobre todo a si ese modo de vida nos hace más felices, nos produce mayor satisfacción vital, nos permite gozar más de la familia y los amigos, sentirnos queridos y querer... Cuando falta el dinero o cuando es más difícil conseguirlo, vale la pena replantearse si realmente el dinero da la felicidad o la estorba. Me parece que, en esto, también se cumple el adagio latino: "In medio virtus". Muy pocos recursos materiales reducen las expectativas vitales, nos empequeñecen; Muchos, sin embargo, no multiplican de la misma manera ese bienestar. No es más feliz un niño que proviene de una familia con más recursos, sino tal vez al contrario. Asegurando un mínimo razonable, se pasa un umbral en el que el crecimiento económico no es igual al desarrollo y, mucho menos, a la felicidad. Mantener un tren de vida que está por encima de nuestras posibilidades crea tensiones, esfuerzo por mantener algo artificial, que se paga en sobre-trabajo o en sobre-egoísmo y que acaba provocando hastío.
Aquí también una honda visión cristiana de la vida puede ayudarnos a poner el punto de mira en un balance vital que nos producirá más alegría. Los medios materiales son sólo eso: medios. Sirven en la medida que nos ayudan a cultivar mejor nuestros dones espirituales (la educación, la cultura, las relaciones sociales, la familia...), si no son más bien obstáculos.

domingo, 2 de octubre de 2011

La grandeza y los límites de la ciencia

Me invitaron hace unos días a participar en un programa de debate que dirige Juan Manuel de Prada sobre los límites éticos de la ciencia. No cabe duda que la ciencia ha reportado enormes beneficios a la sociedad, facilitando la aplicación de nuevos conocimientos a la mejora de nuestro bienestar, en campos tan variados como la salud, el trabajo o la comunicación entre personas. El enorme prestigio social que la ciencia y los científicos tienen puede, sin embargo, convertirse en un arma arrojadiza. Los científicos somos personas normales, con las mismas ilusiones y ambiciones que los demás, con la misma predisposición a la virtud o al vicio, a la abnegación y generosidad o a la adulación y egolatria. Por eso, resulta clave considerar que la ciencia no es un absoluto, sino que como cualquier forma de conocimiento tiene también sus limitaciones. A mi modo de ver, las más destacadas serían:

domingo, 25 de septiembre de 2011

El Derecho y la Justicia

Hace pocas semanas escribía en este blog sobre mis impresiones de la JMJ y particularmente sobre el encuentro que tuvimos con Benedicto XVI en el Escorial. Además de esas impresiones personales, muy gozosas por cierto, insertaba el enlace al discurso que pronunció el Papa en ese acto, un verdadero compendio de lo que debería ser la Universidad como institución educativa. Entre los amigos a quienes mandé mis reflexiones, a una investigadora le picó la curiosidad mis comentarios y se decidió a "pinchar" el enlace al discurso, leyéndolo esa misma. Su sorpresa fue bastante notable. Me confesó que nunca había leído nada de Benedicto XVI, pero que quedó muy gratamente impresionada por las palabras del Papa y que estaba de acuerdo con lo que allí se decía.
Pensaba estos días en lo ocurrido a mi amiga, ante la visita del Papa a su tierra natal. A juzgar por los medios, Benedicto XVI no es recibido cordialmente por sus paisanos, y Alemania se presenta como un territorio particularmente hostil al renacimiento católico que encabezó Juan Pablo II e intenta continuar el actual pontífice. Las primeras noticias no son tan desalentadoras y parece que, también entre los que no piensan como él, hay reconocimientos públicos de  la hondura y trascendencia del mensaje de Benedicto XVI.
Siguiendo el ejemplo de mi amiga investigadora, invito a los lectores de estas líneas a que pinchen este enlace y lean personalmente a una de las cabezas más brillante de nuestros días. La lección del Papa en el

domingo, 18 de septiembre de 2011

Trabajar mirando al Cielo

El trabajo nos ocupa buena parte de nuestro tiempo, es la fuente principal (tantas veces la única) de recursos para mantenernos, nos proporciona relaciones sociales, amplía nuestros conocimientos, permite poner en valor nuestras habilidades, nos aporta experiencias vitales: en resumen, es uno de los ámbitos más importantes de la vida para la mayor parte de los adultos. Ahora bien, ¿por qué trabajamos?, ¿cuáles son las motivaciones últimas detrás del trabajo que realizamos cotidianamente?
Para muchas personas, el trabajo es sólo una cuestión de ganarse los recursos necesarios para vivir. Cuantos más recursos con menos trabajo, la ecuación resulta más satisfactoria. Para otros, el trabajo es un motivo de angustia, ya que la inestabilidad laboral les implica una inquietud sobre el futuro que les resulta complicado sobrellevar, especialmente cuando es la única fuente de ingresos para la familia. Para otros, tal vez los menos, el trabajo es un compromiso personal con la sociedad, una manera de devolverle los servicios (educación, salud, infraestructuras) que nos han permitido aprender las habilidades que ahora desarrollamos.
La productividad laboral de la que tanto se habla en estos días, va a depender en buena medida de cómo esté el trabajo organizado por quien tiene la misión de hacerlo (empresario, administración), y por las motivaciones que el trabajador tenga para desarrollar su tarea. En pocas palabras, uno trabaja por tres razones: por dinero, por miedo o por convicción. En consecuencia, para trabajar más y mejor, es preciso o más incentivos económicos, o más control, o más firmeza en las convicciones.
Para mi desde luego, la tercera es la motivación que más me motiva: cuando uno trabaja por convicción las cosas se ven y se hacen de otra manera. El problema es cuál es el origen de esa convicción: -¿un sentimiento de gratitud con la sociedad que nos ha favorecido previamente?; -¿una certeza ética, tal vez? -¿un vínculo religioso?
La primera actitud me parece poco frecuente; la segunda puede anclarse en una confianza en la bondad de lo que hacemos, que además nos resulta interesante, y eso nos lleva a efectuarlo bien y con la mente puesta en

domingo, 11 de septiembre de 2011

Lo que Europa le debe a la Iglesia

Acabo de terminar la lectura de un libro que me permito recomendaros desde este blog. Está escrito por Thomas E. Woods y presenta, en una síntesis que me parece muy afortunada, la contribución que la Iglesia Católica ha realizado a la civilización occidental (How the Catholic Church built Western Civilization, Washington, D.C., Regnery Publications Inc.). El libro fue publicado originalmente en 2005 y fue traducido dos años más tarde al español: “Cómo la Iglesia construyó la civilización occidental”. Ciudadela Libros.
Presenta Woods una revisión histórica de las grandes contribuciones de la Iglesia en diversos aspectos que consideramos clave para entender el marco cultural de la sociedad occidental. En primer lugar, presenta algunos tópicos comúnmente aceptados por los estudiantes europeos o norteamericanos, que raramente dejan a la Iglesia en buena posición, considerando la época medieval, donde se muestra con más claridad su presencia cultural, como una época de regresión social, un paréntesis intelectual entre el esplendor clásico y el Renacimiento, que comenzaría a librarse del supuesto yugo que la Iglesia habría puesto al desarrollo cultural y científico.
La realidad histórica, lejos de esa concepción simplista, muestra que precisamente es en la Edad Media donde se encuentran los gérmenes, cuando no ya algunos desarrollos maduros, que alumbrarían posteriormente a la sociedad más avanzada científica, técnica, cultural y socialmente que ha existido hasta el momento en la Tierra.
En primer lugar sitúa Woods el contexto histórico del inicio de la Edad Media, la difícil transición entre la Roma clásica y el dominio de los pueblos germánicos que acabaron con su Imperio. Este cambio supuso un vacío político y cultural, que poco a poco iría llenando la Iglesia, primero a través de sus monjes, luego de sus universidades, sus catedrales y su presencia territorial. En sucesivos capítulos, repasa Woods el papel de los monjes católicos –singularmente los benedictinos- en la preservación del legado cultural clásico; el papel del Papado en la creación y tutela de las Universidades, garantizando su independencia intelectual; el impacto de la concepción cristiana del mundo para explicar que sea en Europa –y no en cualquier otra civilización- donde nace la ciencia, tal y como la conocemos actualmente; el liderazgo artístico de la Iglesia; la importancia de las controversias teológicas en la creación del derecho internacional, especialmente a propósito de la colonización de América por la corona española; la aportación de la Iglesia a la economía, a la creación de una red de protección social (hospitales, asilos, orfanatos…); y finalmente al establecimiento de valores morales de vigencia universal.
Como en cualquier obra de estas características, algunos capítulos son más brillantes y otros más ligeros, pero en su conjunto la obra de Thomas Woods aporta una gran cantidad de material sobre el que conviene reflexionar. Me parece urgente que fortalezcamos el rigor histórico a la hora de juzgar la aportación católica a la creación de lo que hoy conocemos como Europa (y, por extensión, los países que colonizó más hondamente). Con sombras, que como en toda obra de hombres existen, el balance al que nos guían los hechos es sin duda muy positivo.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Lo importante es lo importante

Cuentan que esta sencilla frase, que parece de Perogrullo, decoraba la mesa de un prestigioso gestor internacional. Ciertamente, distinguir lo que realmente es valioso de lo marginal, es una manifestación de sabiduría.
Cuando hablamos del cristianismo en nuestro país, o más propiamente cuando hablamos del modo de vida católico, las primeras cuestiones que saldrán a la palestra –casi siempre en un tono crítico- hacen referencia a temas morales. En los primeros siglos de la Iglesia, las controversias eran intelectuales: si había uno o tres dioses, si Jesús era también Dios o sólo hombre, si tenía una o dos voluntades y naturalezas, etc. Con el paso de los siglos, parece que esos temas no interesan mucho, y que el eje de la conversación va a centrarse seguramente en qué prohíbe la Iglesia sobre determinadas cuestiones morales, siendo las relaciones con el sexto mandamiento las que ocupan la parte más alta del ranking. Lamentablemente, la conversación se centra entonces en lo marginal; no es esencial del cristianismo su concepto de la sexualidad, sino que es en realidad una consecuencia de otras muchas cosas a las que habitualmente no le dedicamos la debida atención.
En un entrañable pasaje del Evangelio de San Lucas se nos narra la visita de Jesús a sus amigos Marta, María y Lázaro. Marta se afanaba en las tareas domésticas, con la estupenda intención de atender mejor a Jesús. Mientras su hermana María “…, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra. Acercándose (Marta), le dijo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.” Le

sábado, 27 de agosto de 2011

¿Para qué sirve rezar?

Hace años leí una noticia en el periódico que me llamó mucho la atención. Una señora, licenciada en Filosofía y Letras y con amplia cultura, se ganaba la vida quedando con gente para charlar en una cafetería. En otras palabras, alquilaba su tiempo para conversar sobre los tópicos más variados con quien tuviera necesidad de compañía. El artículo aclaraba que esas conversaciones no tenían otra finalidad menos noble, sino que eran, simple y llanamente, citas para charlar. Me pareció preocupante que estemos creando una sociedad donde acabemos estando tan solos que sea necesario alquilar el tiempo de alguien para que nos escuche.
Los cristianos no tenemos esa necesidad, porque tenemos a Alguien, con mayúscula, que siempre está esperando que nos dirijamos a Él, que siempre está dispuesto a atender nuestra conversación. En la recogida quietud de una Iglesia, en un paisaje excelso, o en el fragor cotidiano de un medio de transporte está Dios esperándonos, siempre dispuesto a escuchar nuestras alegrías, inquietudes o preocupaciones. Eso es precisamente la oración.
La vida cristiana no se queda en un reconocimiento más o menos vago de que existe un Ser Superior, sino que se concreta en un trato personal, de amor, de amistad, con una Persona. Dios no es un ser lejano, que

lunes, 22 de agosto de 2011

Yo estuve allí (II): la misa en Cuatro Vientos

No me gustan especialmente las multitudes, prefiero los grupos pequeños, pero hay momentos singulares en los que una muchedumbre puede convertirse en una reunión cercana, casi en una familia. Esto pasó ayer en el aeródromo de Cuatro Vientos. Estábamos juntos una multitud inmensa, de países que uno apenas conoce por los Atlas. Había jóvenes católicos iraquíes, paquistaníes, palestinos, sudaneses, chinos... que sufren en sus carnes, todos los días, el odio religioso, que les explota iglesias, les condena al destierro, a la cárcel, o a la marginación social. Había jóvenes de países occidentales en donde ser cristiano "ha pasado de moda ", donde la fe se ridiculiza, identificándola con una ideología de mentes retrasadas. Había jóvenes de países africanos y asiáticos, donde la fe es pujante, vibrante, se identifica con la esperanza de algo nuevo, que supera el pesimismo de una vida sufriente. Había jóvenes de todas las razas, unidos por la alegría de estar con un padre común, de alguien que les da unidad, que les convoca para un mismo ideal de cambiar el mundo, cambiando ellos primero. Siguiendo a Juan Pablo II, Benedicto XVI no habla a los jóvenes complacientemente, les pide más: entrega, compromiso vital, oración, frecuencia de Sacramentos, participar en la vida de la Iglesia, construirla, transmitirla íntegra a los que vendrán.
El Papa nos recordó que la Iglesia no es sólo una institución humana, sino es principalmente la continuación de la vida de Jesús entre nosotros. Los seres humanos somo sociales por naturaleza, tendemos a construirnos en el seno de una familia, donde somos queridos por quien somos, independientemente de nuestras cualidades. Así la fe también se construye sobre la experiencia y el amor de los otros cristianos. "Tener fe es apoyarse en la fe de tus hermanos, y que tu fe sirva igualmente de apoyo para la de otros. Os pido, queridos amigos, que améis a la Iglesia, que os ha engendrado en la fe, que os ha ayudado a conocer mejor a Cristo, que os ha hecho descubrir la belleza de su amor". Por eso, el Papa nos animaba a todos, jóvenes y menos jóvenes, a subrayar la importancia de "vuestra gozosa inserción en las parroquias, comunidades y movimientos, así como la participación en la Eucaristía de cada domingo, la recepción frecuente del sacramento del perdón, y el cultivo de la oración y meditación de la Palabra de Dios.
Como fruto de una vida de oración y un trato con Jesús más intenso, "nacerá también el impulso que lleva a dar testimonio de la fe en los más diversos ambientes, incluso allí donde hay rechazo o indiferencia. No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás. Por tanto, no os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe".

Me parece que éste es el mejor resumen de la estancia de Benedicto XVI en España: animarnos a todos a entusiasmarnos con la fe, con la amistad con Jesús, y a mostrar esa alegría a los demás.

Discurso completo de Benedicto XVI en la Eucaristía de Cuatro Vientos

sábado, 20 de agosto de 2011

Yo estuve allí (I): Benedicto XVI y la Universidad

Encuentro con profesores universitarios en el Escorial
Los medios informan, es su oficio, aunque parece más bien que interpretan, es su dependencia, asi que la sociedad contemporánea se está cada vez más aficionando a leer a quienes cuentan lo que viven, los que estaban allí. Os animaba en una de mis últimas entradas a que vinierais a la JMJ para ver y juzgar por vosotros mismos. Todavía quedan un par de días: estáis a tiempo.
Yo estaba ayer en el Escorial, ilusionado por ver de cerca al Papa y compartir con otros compañeros docentes e investigadores de la Universidad un encuentro que se prometía de gran interés. Y así fue. El ambiente previo era excelente: saludos cordiales entre personas que no conocía de nada, pero que compartíamos lo esencial: una visión del ser humano, imagen de Dios; una familia espiritual, la Iglesia; un padre común, el Papa.

Benedicto XVI se siente especialmente a gusto con los universitarios: él lo ha sido, lo es, pues el espíritu universitario es permanente. Se le veía feliz, aunque cansado. Tuve la dicha de poder darle la mano, verle muy cerca. Le encanta estar con nosotros, pero se transparenta su timidez. Sabe quien es ahora, sabe que tantos necesitamos estar con él, y está ahí, entre multitudes, aunque estoy convencido que a él le gustan los grupos pequeños.
Nos habló como profesor universitario, nos recordó que el trabajo universitario es exigente, que debemos buscar sin descanso la verdad, la íntegra, que abarca todos los aspectos, sin reducirla a la fría recopilación de datos. "La Universidad encarna, pues, un ideal que no debe desvirtuarse ni por ideologías cerradas al diálogo racional, ni por servilismos a una lógica utilitarista de simple mercado, que ve al hombre como mero consumidor", nos dijo. Nos pidió que queramos a nuestros alumnos, que seamos verdaderos maestros con una vida íntegra. "Por tanto, os animo encarecidamente a no perder nunca dicha sensibilidad e ilusión por la verdad; a no olvidar que la enseñanza no es una escueta comunicación de contenidos, sino una formación de jóvenes a quienes habéis de comprender y querer, en quienes debéis suscitar esa sed de verdad que poseen en lo profundo y ese afán de superación. Sed para ellos estímulo y fortaleza". Nos recordó que la ciencia tiene límites éticos, que nosotros también somos limitados y que la humildad es una virtud muy universitaria, porque nos despoja de la vanidad que busca la propia gloria en lugar del servicio a la verdad de quien dependemos. "Podemos buscarla y acercarnos a ella, pero no podemos poseerla del todo: más bien, es ella la que nos posee a nosotros y la que nos motiva. En el ejercicio intelectual y docente, la humildad es asimismo una virtud indispensable, que protege de la vanidad que cierra el acceso a la verdad. No debemos atraer a los estudiantes a nosotros mismos, sino encaminarlos hacia esa verdad que todos buscamos".
Os dejo el enlace completo al discurso del Papa, que propone ideas de mucho calado, que estoy seguro meditaremos con sosiego durante los próximos meses y nos aportarán luces para mejorar nuestra tarea universitaria.

http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2011/august/documents/hf_ben-xvi_spe_20110819_docenti-el-escorial_sp.html

Por cierto, para acabar una mañana espléndida, pude charlar con algunas de las monjas jóvenes que habían estado en el acto con el Papa, muy cercano al nuestro, también en el Escorial. Encantadora su paz y su alegría.
Mirando la cara de esta chica, ¿alguien puede decir que la entrega a Dios es para gente amargada?

sábado, 13 de agosto de 2011

Bienvenido Benedicto XVI

Las polémicas salen en los medios, les encantan a los medios; los debates venden, cuanto más enfrentados mejor. La discusión, el intercambio de argumentos, es propio de gente que razona y que busca la verdad. Prefiero la discusión a la polémica y al debate televisivo, y los argumentos a los tópicos, las medias verdades o directamente a la imaginación calenturienta.
Aquí doy algunos argumentos que justifican, a mi modo de ver, acoger al menos con respeto al Papa. Sirven para todos los públicos, no sólo para los católicos, pues Benedicto XVI es:
1. Uno de los intelectuales más brillantes de las últimas décadas. 8 doctorados honoris causa, 80 libros, 600 publicaciones, catedratico en Bonn, Munster, Tubinga y Ratisbona (http://es.wikipedia.org/wiki/Benedicto_XVI)
2. Teólogo clave en el Concilio Vaticano II, renovador de la Iglesia frente a las corrientes más tradicionales (http://www.catolico.org/santos/benedicto16/sobre_ben16/pensamiento_ratzinger_intro_villalta.htm).
3. Ardiente buscador de la verdad en todos los órdenes (http://www.sigueme.es/librospdf/FE,%20VERDAD,%20TOLERANCIA.pdf).
4. Defensor eminente de la libertad religiosa en todo el mundo (http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/messages/peace/documents/hf_ben-xvi_mes_20101208_xliv-world-day-peace_sp.html).
5. De carácter afable y dialogante, ha protagonizado numerosos debates con personas agnósticas y no creyentes (http://www.mercaba.org/ARTICULOS/D/debate_Habermas_Ratzinger.htm)
6. Crítico de todo sistema económico y social que no ponga la prioridad en la persona y sacrifique los derechos humanos al dictado de la eficacia económica (http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20090629_caritas-in-veritate_sp.html)
7. Abogado de la racionalidad de la fe, para evitar que caiga en el fundamentalismo religioso (http://www.zenit.org/article-20352?l=spanish).
8. Impulsor de la conexión entre moral y conservación de la naturaleza (http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/messages/peace/documents/hf_ben-xvi_mes_20091208_xliii-world-day-peace_sp.html).
9. Impulsor de la purificación en la Iglesia, condenando enérgicamente los abusos sexuales de miembros del clero y colaborando en aliviar el dolor de sus víctimas (http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/letters/2010/documents/hf_ben-xvi_let_20100319_church-ireland_sp.html).

Además, para los católicos, es el Santo Padre, una figura entrañable, que nos espolea a ser mejores, a buscar con más ahínco a Jesús, para tratarle con más hondura en la oración y en los sacramentos, a ser mejores trabajadores, a ser más comprometidos con los más desfavorecidos, a estar abiertos a todos... también a los que no piensan como nosotros.
Por todo eso: ¡Bienvenido Benedicto XVI!

lunes, 8 de agosto de 2011

¡Ven y verás!

Con la frescura y el detalle de quien ha vivido los acontecimientos en primera persona, San Juan nos cuenta en su Evangelio su primer encuentro con Jesús, que le cambió radicalmente la vida. Juan era un joven idealista, con ganas de cambiar el mundo y cambiarse a sí mismo, con un corazón dispuesto a darse del todo. Juan era discípulo del otro Juan, el Bautista, que había formado en torno a la fuerza de su empuje espiritual, una buena cantidad de discípulos. Pero Juan no era el Mesías, sino sólo el precursor. Una mañana, estaban Juan y Andrés, dos de sus discípulos más queridos, escuchándole. En ese momento, pasó Jesús por allí y Juan Bautista le identifica inmediatamente: "Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios.» Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús.Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscáis?» Ellos le respondieron: «Rabbí - que quiere decir, "Maestro" - ¿dónde vives?»  Les respondió: «Venid y lo veréis.» Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Era más o menos la hora décima" (San Juan, 1: 36-39). Hasta de la hora exacta se acuerda uno de esos dos jóvenes, cuando redactó su Evangelio casi 70 años más tarde.
Venid y veréis. Para encontrar a Jesús hace falta tomar la iniciativa; no puedes encontrar a Jesús sólo esperándole, a ver si pasa en algún momento por la mediocridad de tu vida. No; es preciso hacer algo, salir de uno mismo, buscar, ir... y entonces se ve, porque quien busca a Jesús, acaba encontrándolo y, lo más importante, acaba amándolo, haciéndolo parte inseparable de su vida.
Venid y veréis. Estamos ya muy cerca de la Jornada Mundial de la Juventud. Habrá muchos eventos, habrá una gran fiesta espiritual, habrá

lunes, 1 de agosto de 2011

No te pierdas la JMJ

Estamos ya muy cerca del inicio de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en Madrid los próximos días 16 al 21 de agosto. Hay más de 300 actos organizados (teatro, cine, conferencias, visitas culturales, deporte,... oración, conversión, encuentro...).  Ya son numerosos los peregrinos que se han puesto en marcha hasta aquí (desde Barcelona, me comentó un amigo el otro día, vendrá un numeroso grupo andando). Será una fiesta estupenda de gente joven rebosando interés por descubrir y por mostrar que hay otras formas de vivir, distintas a las que la rutina y la cutrez cotidiana nos intentan encerrar. No hace falta irse al Tibet para encontrar espiritualidad, para mostrar que es posible la fe, que convive con la racionalidad, y el amor, que se hermana con el compromiso. Esperamos con ilusión a tantos peregrinos llegados de todos los países del mundo. Ser joven es tener ilusión por cambiar el mundo, por hacerlo más humano, más impregnado de valores. Descubrir el misterio que está dentro de lo que hacemos todos los días, con un relieve que sólo la fe otorga.

lunes, 25 de julio de 2011

La ecología como valor educativo II

Decía en mi anterior entrada que la ecología ofrece enormes posibilidades educativas, que podemos aprovechar bien este verano. Me refería la pasada semana a los aspectos relacionados con el consumo. En esta ocasión quiero centrarme en otros asociados a lo que podemos llamar "ecología humana". Nuestra capacidad de alterar el medio natural puede ser muy intensa y potencialmente muy dañina, pero también lo es nuestra capacidad de alterar la naturaleza humana, que tiene asimismo consecuencias potencialmente muy peligrosas sobre nuestra propia existencia en la tierra. Por ejemplo, si el ser humano obliga a un animal herbívoro a que se alimente de carne, está alterando su estado natural, con resultados antes o después catastróficos en esa especie, como nos demostró la crisis de las vacas locas.

domingo, 17 de julio de 2011

La ecología como valor educativo I

Comenzamos las vacaciones, periodo de descanso y de conocer otros lugares, otras gentes, otros paisajes, tiempo también de aprender del entorno que nos rodea.  Disfrutar de la naturaleza también tiene aspectos didácticos que me parecen de especial interés. Por un lado, nos facilita educar en el uso más responsable de los recursos y, por otro, reforzar un sentido más natural en nuestro comportamiento. Me centraré hoy en este primero.
La consideración de que los recursos naturales son muy generosos, pero finitos, nos llevará a educar en un uso más responsable de los mismos. No tenemos energía, agua, suelo o atmósfera en cantidades ilimitadas, y no tenemos derecho a agotar recursos que serán preciosos para otras personas, actualmente y en generaciones futuras. Frente a la cultura del uso sostenible de los recursos, aquel que se garantiza en el tiempo, actualmente vivimos en una economía del despilfarro, donde el uso de los bienes resulta cada vez más efímero. Al contacto con personas de recursos muy modestos, que suplen con

domingo, 10 de julio de 2011

Sobre la educación: cuanto más mejor

Vigilia de oración en Londres, 18.09.2010
Hace unos meses, en su histórica visita al Reino Unido, Benedicto XVI se reunió con muy diversos estratos de la sociedad británica. Tal vez los discursos que han tenido más repercusión son los que celebró en Edimburgo, en la catedral de Westminster, y en el Westminster Hall ante el mundo cultural y político de la City. Sin embargo, quiero ahora rescatar un precioso discurso que dirigió a profesores y alumnos católicos, y que me parece refleja muy bien el concepto que la Iglesia tiene de la educación. No hemos de olvidar que la Iglesia ha sido, y

sábado, 2 de julio de 2011

Seguimos hablando de Ciencia y Religión

George Lemaitre con  Albert Einstein
Recupero hoy un tema del que he tratado en dos entradas de las últimas semanas, para responder a algunos comentarios que me han hecho los lectores (muchas gracias, Angel,. por tomarte el interés de leer y responder con tus ideas al respecto). Los comentarios están en mi entrada del día 5 de junio. Si no he entendido mal a Angel, el diálogo ciencia - religión, y especialmente el diálogo con la Iglesia Católica, es poco realista porque la Iglesia siempre va a poner la fe por encima de la razón, aunque ésta produzca conclusiones que echen por tierra las que proponen los dogmas católicos. Pone como ejemplo de esta "cerrazón" de la Iglesia, algunas proposiciones del Concilio Vaticano I, celebrado hace casi 150 años (1869-70), que supuestamente condenan a la excomunión (anatema est) a quien ose poner por delante la razón de la fe. Concluye el comentario que con esos planteamientos, lo normal  "..es que no haya demasiados científicos católicos porque recordemos que anatema conduce a excomunión. Menos mal que la mayor parte de los católicos desconoce la religión que dice profesar". Dicho de otro modo, parece que o bien no hay científicos católicos o los que hay no conocen su fe. En suma los científicos católicos (si es que existimos) no nos queda más que aprender mejor nuestra fe, pues parece que vivimos en la felicidad de la ignorancia. El argumento final de Ángel es original sobre los que he leído previamente que resumen el debate ciencia-religión en las siguientes proposiciones:
1. La ciencia y la religión se han opuesto frontalmente a lo largo de la historia,
2. Luego no hay científicos creyentes.
3. Ahora añadimos, "en caso de que los haya, es que ignoran lo que dice su propia religión"
Interesante el asunto. En mis anteriores entradas, he procurado desmontar la teoría-tópico de que la ciencia y la religión se han opuesto frontalmente. Salvando el caso Galileo, les va a costar trabajo encontrar casos de persecuciones a científicos por sus posiciones científicas. Recuerdo que el tribunal que condenó a Galileo tuvo votos en contra, que no fue una decisión de la Iglesia, sino de un tribunal eclesiástico romano, que Galileo no acabó en la hoguera, y que nunca dejó de considerarse fervoroso católico.
En cuanto a que no hay científicos creyentes, también he procurado refutar tan burda acusación con una larguísima lista de científicos de primer orden que han sido personas sinceramente creyentes, de siglos pretéritos y contemporáneos nuestros. El próximo mes de noviembre organizo con la Fundación Ramón Areces un simposio sobre ciencia y religión, donde vendrán algunos de estos científicos: créanme, existen.
Respecto a la ignorancia de su religión, también mostraba en mi anterior entrada sobre este tema que una larga lista de científicos de enorme relevancia han sido sacerdotes. Que un sacerdote no conozca la religión católica es poco probable; cuando además es profesor universitario, académico, doctor en teología, etc. la probabilidad se reduce drásticamente. Puedo poner bastantes ejemplos, pero me quedo con la foto que ilustra este artículo, de George Lemaitre,  profesor en Lovaina, Cambridge, y Harvard, precursor del Big-Bang, y presidente, al final de sus días, de la Academia Pontificia de las Ciencias.
Otro día comentaré las proposiciones del Vaticano I a las que se refiere Ángel en su comentario. Extrayendo frases aisladas se puede justificar casi cualquier cosa, y el contexto en el que se hacen esas declaraciones y su alcance no es el que interpreta Ángel. De todas formas, yo prefiero el Vaticano II. Recomiendo vivamente la lectura del Gaudium et Spes, sobre el diálogo de la Iglesia con el mundo contemporáneo.

lunes, 27 de junio de 2011

Argumentos

A veces uno toma decisiones sin darle muchas vueltas al asunto, a veces llegamos a conclusiones simplemente porque tenemos una determinada visión de un problema fruto de la influencia de amigos, medios de comunicación o familia.


Sorprende que en temas realmente nucleares, a veces se toman posturas que no son fruto de la reflexión propia, sino de la ajena, que uno opine de "oídas", en lugar de sopesar las cosas de modo personal y juzgar de acuerdo a los propios valores. Tal vez la influencia de la "música ubícua" que nos facilitan en todo luga

lunes, 20 de junio de 2011

Asia Bibi no estará en el JMJ

Asia Bibi es una mujer joven, aunque ya es madre de cinco hijos. Estoy seguro de que le gustaría mucho, pero no podrá estar en la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, el próximo mes de agosto junto al Santo Padre y a millones de jóvenes de todo el mundo. Asia Bibi no podrá estar en Madrid porque está en la cárcel de Sheikhupura, cerca de Lahore, en Pakistán. Asia Bibi lleva dos años encerrada en esa prisión,

sábado, 11 de junio de 2011

¿Se enfrentan la Ciencia y la Religión? (II)

Continuando lo que comentaba en el texto de la pasada semana, pueden incluirse numerosas razones para avalar que la religión y la ciencia no son incompatibles. De modo sintético, hoy indicaré algunas:
Gregor Mendel, padre de la genética


1. La ciencia nace en la Europa cristiana de los siglos XII a XVII. No nace en otros países de tradición islámica, ni en las civilizaciones precolombinas o en aquellas imbuidas por filosofías orientales que ahora nos resultan más o menos atractivas, pese a que en estos países existía una cierta tradición científica (los números, recuérdese, son de origen árabe; la tinta, la seda, el papel, la pólvora y otros muchos inventos, de origen chino). ¿A qué se debe esto?. Varios autores de indudable prestigio en estos temas, afirman que ese nacimiento es precisamente consecuencia de cómo el cristianismo enfoca el conocimiento natural.

domingo, 5 de junio de 2011

¿Se enfrentan la Ciencia y la Religión? (I)


Francis Collins, director del proyecto Genoma Humano
El debate sobre el supuesto carácter contradictorio del conocimiento científico y el religioso resulta ya casi tópico en la intelectualidad europea, que sigue heredando de la Ilustración una visión enfermiza de la fe, como opuesta a todo progreso. Como ahora el progreso lo encarna el desarrollo científico, hay que concluir que la ciencia contraría a la religión, que los grandes científicos son, casi por definición, ateos, y que las instituciones religiosas, singularmente la Iglesia, han obviado, cuando no perseguido, el avance de la ciencia.
Como en otros ámbitos, también aquí conviene ir más allá de los tópicos y centrarse en algunos hechos. Conviene recordar que ciencia y fe son dos formas de conocer las cosas que utilizamos cotidianamente. La primea implica conocer por causas, la segunda, conocer por la confianza. Incluso quienes no se consideran

sábado, 28 de mayo de 2011

JMJ: En homenaje a Juan Pablo II

Ya se va acercando el gran acontecimiento de este año 2011. No es la final de la copa de Europa, ni las elecciones, ni la cumbre del G-8; no. El gran acontecimiento es la Jornada Mundial de la Juventud: Madrid, 16-21 de Agosto. No puedes perdértelo. Si eres joven, porque eres joven; si no lo eres, porque lo fuiste y todavía puedes serlo (la edad del carnet de identidad es sólo una de las posibles). Habrá más de un millón de jóvenes, de los cinco continentes; habrá más de 300 actos culturales; habrá conciertos, exposiciones, conferencias, cine..., habrá reflexión, diálogo, alegría, encuentro, paz,.... rezaremos juntos, cantaremos juntos, sentiremos juntos con tantas personas de tantos países... ¡No puedes perdértelo!

http://www.madrid11.com/

Te recomiendo este vídeo, de quién inició esta iniciativa que ha hecho tanto bien. Además, todavía estamos en Mayo, asi que no también te ayudará a acordarte un poco más de la Madre de Jesús, que también es nuestra Madre.



También te dejo el enlace de una canción redactada para la ocasión. Es de unos amigos chilenos:

http://www.madridmeencanta.org/ficha.php?id=101812109

domingo, 22 de mayo de 2011

Algo se mueve en Sol...

En un campaña electoral que se preveía insulsa y convencional, han aparecido los chicos del movimiento 15-M, que han capitalizado los titulares de los principales medios de comunicación, restando protagonismo a los políticos oficiales.
Esta mañana me he pasado por allí. He visto mucha gente joven, con rostros algo cansados por la semana de acampada, pero también con la ilusión que da sentirse pionero, iniciador de algo nuevo.

sábado, 14 de mayo de 2011

Encontrar dragones

Vivimos en periodo electoral. Se cruzan las recriminaciones, a veces los insultos, casi siempre la cerrazón ante lo que piensan los demás. La verdad está sólo de mi lado, los “otros” además, sólo buscan sus intereses… Los debates no intercambian ideas, sino efectos; no se trata de demostrar lo bien lo que haría uno, sino lo mal que lo hacen los otros.
Así es la política de este país; supongo que de otros muchos también, aunque algún otro que conozco me parece más elegante, menos “binaria”: blanco o negro, derecha o izquierda, verdad o mentira.
Tal vez la explicación sea que aquí hemos tenido una guerra civil, que todavía proyecta su sombra. El acuerdo parece posible sólo con quien apoya aspectos marginales y se deja fuera a la “otra” mayoría: política de barricadas.
Recomiendo la película “Encontrarás Dragones”. Roland Joffré hace un magnífico trabajo por intentar entender

viernes, 6 de mayo de 2011

De acuerdo señor Llamazares

La "peliculesca" operación de caza y captura de Bin Laden ha dado lugar a un debate interesante en el Congreso de los Diputados, donde los partidos de la izquierda más congruente han abroncado al ejecutivo por alegrarse de que mataran a alguien antes de juzgarlo. El argumento que usó el Sr. Llamazares, y que lanzó convenientemente contra el presidente del gobierno, fue que el "fin no justifica los medios".
Totalmente de acuerdo con el Sr. Llamazares en este punto, pues es precisamente uno de los más claros de la moral cristiana: no puede admitirse como bueno algo que intrínsecamente es malo, por muy buena intención que se ponga en ello.
Lo que siento es que el Sr. Llamazares, y otros muchos de la izquierda más congruente, no reconozcan este argumento cuando hablamos de muchos temas de la ética pública, por ejemplo el aborto. Si ellos lo justifican supongo que es porque piensan que el aborto en sí es bueno, o de lo contrario estaríamos contrariando el principio antes enunciado. Ahora bien, si el aborto es bueno para ellos, ¿porque lo legislan? Si de verdad piensan que un embarazo es como tener un acceso sebaceo, ¿por qué se establecen plazos, limitaciones de ningún tipo?  Seguramente porque saben que estamos hablando de un ser humano, pero prefieren mirar para otro lado y no sumir que el aborto nunca es una solución, por muy grande que sea el problema que lleve a plantearlo. Supongo que quienes toman la decisión de abortar están movidas por razones muy graves, pero ¿realmente podemos pensar que sus razones son más graves que los medios que están empleando para "solucionarlas"? Con lo que sabemos de embriología y neonatología, negar el carácter humano a un niño o niña en gestación es sacrificar la realidad por la ideología.
Estamos de acuerdo, Sr. Llamazares, el fin no justifica los medios, ni para matar a Bin Laden, ni -mucho menos aún- a un niño o una niña que no tiene ninguna culpa de los problemas que puedan tener sus padres. Si defendemos principios morales, tenemos que ser consistentes; lo contrario es ideología de ocasión, marketing ético o simplemente demagogia.

domingo, 1 de mayo de 2011

Gracias Karol

A partir de hoy te querremos aún más, Juan Pablo II, que subes a los altares, para que te tengamos más cerca.
Gracias por tu vida luminosa.
Gracias por darte a todos, por visitarnos en todos los rincones de la Tierra.
Gracias por sonreír, por enseñarnos a sonreír y por mostrarnos el rostro amable de Jesús.
Gracias por traernos la Iglesia al siglo XXI, por abrir sus puertas,  por animarnos a abrir las nuestras, por poner delante a Cristo de todo.
Gracias por hacernos pensar la fe, por darnos confianza, por renovar nuestra ilusión de ser cristianos.
Gracias por retar nuestra comodidad, por sacudirnos de nuestra modorra, por recordarnos que el cristianismo es heroico.
Gracias por mostrarnos que es el amor lo que vence al mundo, por mostrarnos como querer a los que no piensan como nosotros.
Gracias por enseñarnos a hablar con todos los que hablan con Dios, por tratar como hermanos a los que dejaron la Iglesia.
Gracias por recordarnos que no podemos ser cristianos sin implicarnos en la solución de los problemas de todos, que no podemos ser cristianos sólo para nosotros mismos.
Gracias por enseñarnos a rezar,
Gracias por tu juventud dada como ofrenda, gracias por tu madurez entregada, gracias por tu vejez sufriente.
Gracias por todo. Ayúdanos a estar muy cerca de Jesús y de María, a dar mucho fruto olvidándonos de nuestros problemas personales.

domingo, 24 de abril de 2011

¡Felices Pascuas!

No, no es que me esté confundiendo de estación; ya sé que no estamos en Navidades. Estoy felicitándoos la mayor festividad del cristianismo, la !!Pascua de Resurrección!! Ciertamente la celebración del nacimiento de Jesús nos llena de enorme alegría, pues inicia la presencia de quien vino a mostrarnos su amor y enseñarnos un camino de alegría y entrega, pero todavía es más importante la celebración de hoy,

lunes, 18 de abril de 2011

Tierra Santa (III): Cafarnaúm

Mar de Galilea, junto a Cafarnaum
Tan larga y agitada ha sido la historia de los lugares en los que vivió Jesús que es hoy muy difícil imaginarse cómo serían hace 2000 años. Invasiones, construcciones y destrucciones de todo tipo han transformado el paisaje original: sirios, persas, árabes, cruzados, egipcios, turcos, ingleses y finalmente israelíes han dejado su impronta o han eliminado la del precedente en una tierra que parece predestinada al conflicto. Hace bastantes años oí comentar con cierta ironía a un diplomático vaticano, que había sido nuncio de la Santa Sede en Israel: "cuando llegue al Cielo, si Jesucristo me concede esa gracia, lo primero que le voy a preguntar es por qué quiso nacer en Palestina en lugar de en Suiza, que parece un lugar más propicio para el principe de la paz".
Pero, pese a todo, sigue habiendo rincones en la Tierra de Jesús que recuerdan la serenidad de su presencia. Para mi, ese lugar fue Cafarnaúm, a orillas del lago Tiberiades (o Mar de Genesaret o Mar de Galilea,

jueves, 14 de abril de 2011

Tierra Santa II: El santo sepulcro

Capilla de la Crucifixión
La Iglesia del santo sepulcro es una de las visitas obligadas en Jerusalén, ya que es el edificio más sagrado para los cristianos. En él se alojan la roca donde se  situó el Calvario, lugar de ejecuciones del Jerusalén romano y donde murió Jesucristo, como nos narran unanime mente los cuatro Evangelios, así como el lugar de su sepultura temporal y de su gloriosa Resurrección.
La Iglesia del Santo Sepulcro es una imagen de la grandeza y la miseria del cristianismo: de su larga

martes, 5 de abril de 2011

Tierra Santa (I)

Bajando de Caná a Cafarnaum
La pasada semana he tenido la dicha de estar en Tierra Santa, recorriendo algunos de los lugares que habitó Jesucristo (Nazaret, Belén, Cafarnaúm, Tagba, Jerusalén). Ni que decir tiene que la visita a la vez emociona y deslumbra: !Han pasado tantas cosas en esos parajes! Estando allí se conoce un poco mejor, si puedo hablar así, la idiosincrasia del Evangelio. No es un texto legendario, que sitúa una narración sobre un escenario inventado, como ocurre tan frecuentemente en las mitologías de todo signo. Conociendo la geografía de los lugares que visitó Jesús se entienden perfectamente muchas

viernes, 25 de marzo de 2011

Alégrate con la vida

Hoy es 25 de marzo, el día internacional de la vida. Es momento de rendir homenaje a tantos niños y ancianos que mueren por la decisión de otros; es momento de seguir clamando y actuando para apoyar el movimiento abolicionista. Las cifras de abortos son muy tristes. Según un estudio de la revista Lancet con datos de 2003 se contaban 42 millones de abortos en el mundo (4 menos que en 1995). Esto supone 4800 abortos diarios; 80 al minuto. Por cada 100 embarazos, 20 acaban en aborto en promedio mundial; con el triste record de la Europa del Este donde alcanzan el 45%.  Cada día son abortados 40 niños que pasan del quinto mes de embarazo.
En España los últimos datos del Ministerio de Sanidad indican que se abortan anualmente

viernes, 18 de marzo de 2011

¿Por qué se odia a la Iglesia?

Decía Unamuno que el nacionalismo se cura viajando, puesto que cuando uno conoce otras culturas aprende que la suya no es necesariamente la mejor, y que de todos los lugares pueden sacarse experiencias positivas. Los tópicos se curan con la educación, la ignorancia no ayuda a cambiar visiones de nuestro entorno en las que se mezclan datos reales con ficción y se acude casi siempre a lugares comunes que alguien, no sé sabe bien quién, algún día propuso y desde entonces se repiten con la rutina de quien adolece de una cierta pereza mental.
Estas ideas son bien aplicables a la visión que sobre la Iglesia muchas personas tienen en nuestro país, que mezcla datos históricos más o menos puntuales, con principios que parecen tan irrebatibles como si se hubieran extraído de una formulación matemática. Supongo que todos podemos citar unos cuantos de estos tópicos, pero tal vez uno de los más recurrentes sean las riquezas de la Iglesia, el carácter superfluo de sus pertenencias y la vida cómoda de sus representantes. En dónde se asienta esto, no sé bien decirlo. Conozco muchas iglesias y no he visto lujo en ninguna, salvo que consideremos que es un lujo tener objetos artísticos; en ese caso habría que declarar una mansión al Prado, pero no veo menos social cualquier catedral que nuestro más insigne museo: la ventaja es que buena parte son gratuitas.
La cosa no pasaría de anecdótica, si no fuera caldo de cultivo para tomar posturas hacia la Iglesia que acaban el odio y en las consecuencias que el odio lleva consigo: desprecio, marginación, violencia. 
Un ejemplo de lo que digo es la foto adjunta, tomada de una reciente manifestación de la CGT contra las medidas económicas del gobierno. ¿Tiene algo que ver la Iglesia con esas medidas del gobierno, con la

sábado, 12 de marzo de 2011

Recicla tu vida

Hemos iniciado el tiempo de Cuaresma, que ha supuesto tradicionalmente un tiempo para la conversión y la penitencia. Entre las muchas manifestaciones posibles de esa penitencia, la Iglesia nos pide que ayunemos parcialmente dos días al año, el miércoles de ceniza y el viernes santo, que no comamos carne los viernes durante estos cuarenta días previos a conmemorar de nuevo la Pasión de Jesús.
Esto desde luego no es el Ramadán, ni en el impacto popular que tiene, ni en el propio esfuerzo que

domingo, 6 de marzo de 2011

Educación: Que cada uno elija


Nuestro despistado gobierno sigue inventando leyes para resolver problemas que no existen, haciendo agua en los que realmente son importantes. Ahora prepara una ley sobre la igualdad, que pretende evitar cualquier género de discriminación. En ese amplio saco va a incluir la peregrina iniciativa de prohibir cualquier financiación pública a los colegios con enseñanza diferenciada: esto es a aquellos que imparten docencia sólo a chicos o a chicas. El argumento de fondo es que separar es discriminar, y que discriminar es lesivo a la dignidad de las personas. Si eso es así, me parece que la norma se queda muy corta: si estamos atentando a la dignidad de las personas cuando educamos a chicos y chicas en aulas distintas, lo coherente sería prohibir esa práctica, no sólo reducirla a que “se la paguen los ricos”.

sábado, 26 de febrero de 2011

La última cima

Ayer finalmente pude ver “La última cima”, una película-documental sobre la vida y la muerte de Pablo Domínguez Prieto, un sacerdote a quien había tenido la suerte de tratar bastante cuando éramos bastante jóvenes. Tenía ganas de ver esa película, que según me han comentado, ha tenido un éxito enorme en los cines españoles y ahora lo está teniendo en las tiendas de DVD. Más de 125.000 espectadores sólo en España para una película que no tiene efectos especiales, actores conocidos, sexo o violencia es realmente una cifra impresionante.

domingo, 20 de febrero de 2011

¿Somos algo más que robots?

Leo en el último número del Time un reportaje sobre un movimiento denominado "Singularity". En pocas palabras, considera que el avance exponencial de la potencia de cálculo de los ordenadores permitirá crear, en un futuro no muy lejano, máquinas mucho más inteligentes que el ser humano. Estos autores piensan que no somos más que un ordenador sofisticado, y que sólo es cuestión de tiempo que podamos construir una máquina mucho más perfecta que nuestro cerebro. En ese momento, la humanidad estaría en serio peligro de extinción.

sábado, 12 de febrero de 2011

¿Puede un cristiano ser ecologista?

La conservación del medio ambiente es un valor tan cristiano como cualquier otro valor que entusiasma a los seres humanos. Dios nos ha pedido que custodiemos su Creación, no que la espoliemos. La naturaleza sirve a las necesidades humanas, tanto materiales como espirituales, pero también tiene un fin en sí misma: da gloria a Dios y sustenta la vida de los otros seres creados. Es un sistema global que no tenemos derecho a destruir, por respeto a Dios que nos lo confió, y por respeto al resto de los seres vivientes, incluidos los demás seres humanos, que lo necesitan para sobrevivir.

sábado, 5 de febrero de 2011

¿Qué es la Iglesia Católica? Hechos contra tópicos

Tenemos una larga tradición católica. Casi todo el mundo ha recibido algún tipo de información sobre la Iglesia, ya sea en el colegio, en la familia o en algún acto religioso de impacto social (boda, bautizo, primera comunión), además de naturalmente las noticias que nos llegan por los medios de comunicación. A veces se tiene la impresión de que esa información no debe ser muy precisa, pues parece un lugar común referirse a la Iglesia católica en España con un conjunto de generalidades más o menos negativas, que casi siempre responden a una visión simplista de las cosas.
No voy a entrar en esos tópicos, ni en qué medida los católicos podemos ser responsables de ellos. Hoy voy a comentar un vídeo que realizó hace unos meses una organización católica estadounidense, que me parece un magnífico ejemplo de una comunicación vibrante y entusiasmada sobre nuestra fe.

domingo, 30 de enero de 2011

Creo para entender

Credo ut intelligam”, decía el bueno de San Agustín: “creo para entender”. La fe es razonable, se apoya en razones, no es fruto de la arbitrariedad de no se sabe quién, que se entretiene inventado preceptos ininteligibles para fastidiar la vida de los hombres. No, la fe es razonable, pero eso no quiere decir que sea racionalista, que pueda demostrarse a través de silogismos lógicos o empíricamente mediante datos medibles en un laboratorio. El contenido de la fe ni es racional, ni es evidente, si no nuestra libertad quedaría reservada a la ignorancia o al empecinamiento. Podemos aceptar o no a Dios porque su presencia es velada, porque nos deja un cierto margen a la confianza. Nos pide que hagamos el esfuerzo de confiar en El. Por eso, aunque podamos llegar a Dios por la razón -contemplando las maravillas de la Naturaleza, la inmensidad y la perfección de lo que observamos, y deduciendo racionalmente de ellas hasta encontrarnos con el Creador-, habitualmente no se llega a Dios por el discurso intelectual sino por la experiencia vital: por el ejemplo de un ser querido, por un choque interior con lo inesperado, por algo aparentemente cotidiano que nos sacude, … Tras la fe viene el entendimiento; las razones fortalecen la fe, pero no la generan.

sábado, 22 de enero de 2011

¿Ya tienes la alegría?

Parece que uno de los síntomas de la crisis que afecta a la sociedad occidental es la pérdida del sentido último de nuestra vida: ¿para qué estamos aquí? ¿le importamos a alguien? ¿tiene sentido el dolor, la injusticia? La crisis no es sólo económica, es sobre todo crisis de confianza, en nosotros mismos y en la sociedad en su conjunto, estamos “desencantados”. La solución para muchos está simplemente en seguir viviendo, en esconder la cabeza bajo tierra y continuar un alocado giro sobre un eje que no conduce a ningún sitio, vivir y dejar vivir, disfrutar del aquí y ahora, Carpe Diem!!
Pero esa actitud no puede durar mucho, antes o después hay contradicciones, hay piezas que no encajan, incluso aunque todo vaya aparentemente bien.

viernes, 14 de enero de 2011

Voces católicas bien documentadas


Me envía un amigo, profesor en Valencia, noticias sobre una incipiente iniciativa para constituir una red de personas interesadas en aprender a dar una respuesta apropiada a los medios de comunicación sobre la postura de la Iglesia católica en distintos temas de interés público. La iniciativa copia a una muy exitosa que diseñaron varios católicos en el Reino Unido ante la visita del Papa Benedicto XVI a ese país. Se trataba simplemente de mejorar la comunicación sobre la Iglesia, entrenando a católicos ordinarios (mujeres y hombres de distintas profesiones) a presentar su fe de modo vivo y atrayente, adaptado al lenguaje de los medios de comunicación.

sábado, 8 de enero de 2011

La persecución silenciosa

Nuestra sociedad es especialista en la denuncia. Buena parte de los programas de noticias se centran en conflictos legales de distinto tipo, en los que la reivindicación de derechos individuales son parte protagonista. Aunque este enfoque puede dar lugar a exageraciones, creo que debemos felicitarnos que seamos cada vez más sensibles a las injusticias y que tengamos una creciente tendencia a reparar aquéllas que ocurren en medio de nosotros. Pero al igual que sucede en otros aspectos, nuestras denuncias no siempre son equilibradas. Hay temas que resultan más “de moda”, donde parece que reivindicar un derecho va a ser fácilmente aceptado por todos, mientras en otros aspectos la injusticia se acompaña de un cierto silencio de complicidad.

lunes, 3 de enero de 2011

Luz del Mundo

No es la primera vez que el actual Papa responde a preguntas sobre temas de interés contemporáneo. Ya lo hizo siendo el cardenal Ratzinger, en tres libros que me parecen de gran interés: Informe sobre la Fe (1985), La Sal de la Tierra (1997) y Dios y el Mundo (2000). Los dos últimos respondían a preguntas del mismo periodista que formula las que aparecen en Luz del Mundo, Peter Seewald, aunque en este último resulta más patente su acercamiento a la fe. Quien comenzó como interrogador agnóstico, acabó recuperando su fe cristiana, tal vez gracias al diálogo con el propio cardenal Ratzinger.

sábado, 1 de enero de 2011

Para empezar el diálogo

Vivimos en un país culturalmente cristiano, aunque todo parezca indicar que se trata de una cultura superada, ajena a los intereses y la organización de nuestro mundo cotidiano. Sin embargo, la impronta de nuestro legado cristiano está presente todavía hoy en múltiples manifestaciones públicas, desde muchas festividades (Navidad, Semana Santa), hasta nuestra toponimia (cuántas ciudades y pueblos tienen nombre de santos),o  nuestras expresiones (el “Benjamín” de la casa; gracias a Dios…), o nuestro mejor arte (catedrales, pintura, escultura…). Muchas personas no entienden qué significan esos elementos, porque apenas conocen el cristianismo, ni como religión, ni siquiera como fenómeno cultural. Peor a veces que el desconocimiento, es el pretendido conocimiento, que resuelve en tópicos y despacha con cuatro simplezas, aspectos históricos y actuales de gran calado.