domingo, 20 de noviembre de 2011

Resumen del simposio Ciencia y Religion

Los días 10 y 11 de Noviembre se celebró un simposio Internacional denominado: “Ciencia y religión en el siglo XXI: ¿diálogo o confrontación?”. Este evento fue organizado por la Fundación Ramón Areces, con la coordinación científica de Emilio Chuvieco, Catedrático de la Universidad de Alcalá y Denis Alexander, director del Instituto Faraday de la Universidad de Cambridge.
El evento causó un notable interés público. Se inscribieron 410 personas, provenientes de diferentes entidades (centros de enseñanza media, universidades, laboratorios de investigación, hospitales, clínicas…), así como un grupo de personas jubiladas. En cuanto a procedencia geográfica, la mayor parte de los inscritos procedieron de la Comunidad autónoma de Madrid, pero también se contó con la participación de personas provenientes de Manchester, Oxford, Barcelona, Granada, Navarra, Murcia, País Vasco, Vigo, Valencia, Guadalajara y Zaragoza.
Este simposio se organizó como parte de la colaboración incipiente entre el seminario ciencia y religión de la Universidad de Alcalá y el Faraday Institute, de la Universidad de Cambridge. Pretendía impulsar el diálogo

lunes, 14 de noviembre de 2011

A quien no voy a votar en estas elecciones

Ya sé que no es adecuado hacer propaganda negativa, pero sin llegar a acampar en sol, también me siento indignado con muchas cosas que vengo observando en mi país en los últimos años, y que me empujan a adoptar una postura crítica ante las elecciones del próximo domingo. No tengo claro a quien votaré, pero sí a quien no lo haré para que, en lo que dependa de mi, no vuelvan a tomarnos el pelo:
1. No votaré a un partido que no sea toma en serio la educación, que promueve leyes que han conseguido que nuestro país esté en la cola del furgón europeo.
2. No votaré a un partido que no defiende toda vida humana, desde su estado embrionario hasta su muerte natural. La ciencia no establece ninguna diferenciación biológica en esas fases y la ética nos impele a proteger al más débil, al que está más desvalido.
3. No votaré a un partido que sacrifica la protección social a los intereses del mercado, que toma medidas económicas inconsistentes y guiadas por presiones externas.
4. No votaré a un partido que no tiene una política de estado clara, que no sabe cómo articular el gobierno central y el autonómico, que consiente duplicidades en la administración.
5. No votaré a un partido que no se comprometa, en serio, a invertir en investigación y desarrollo, que no esté convenido de que la economía española no puede depender de sectores volátiles (turismo, construcción...).
6. No votaré a un partido que no promueva a los mejores en cada nivel de gobierno, frente a los mediocres que solo tienen como credencial la fidelidad al partido.
7. No votaré a un partido que utiliza el medio ambiente como un señuelo cosmético, que elimina el ministerio, que no tiene una política energética clara, con disposiciones erráticas en la promoción de las energías renovables (ahora sí, ahora no), que no toma decisiones sobre el cementerio de residuos nucleares...

Igual con estos requisitos no encuentro a qué partido votar. Miraré cuál se acerca más y decidiré en consecuencia. Animo a todos a que piensen en sus valores y los confronten con las ideas y los hechos de los distintos partidos. Tenemos una oportunidad clave para comenzar a cambiar las cosas.