domingo, 4 de marzo de 2012

Cuaresma, ¡a empezar de nuevo!

Hemos iniciado hace unos días un nuevo tiempod de Cuaresma, que para los católicos es un tiempo de renovación interior, de replantearnos los grandes temas de nuestra vida, de volver a la oración, a meditar qué quiere el Señor de nosotros y qué estamos dispuestos a hacer para dárselo, de volver a poner lo importante en su sitio y apartar lo marginal, lo que sólo nos llena de ruido.
Cada uno se buscará la forma concreta de plantear esa renovación, según sus circunstancias y el estado de su propia relación con Dios. Me ha pasado un amigo un vídeo muy simpático que da qué pensar, que nos acerca al verdadero sentido de la Cuaresma:



La negación no es lo importante; es la negación que nos lleva a afirmar, la que corrige lo que impide avanzar, la que nos hace más grandes, más capaces de amar. Jesús no aceptó su dolorísima Pasión por sí misma, sino por la Redención que le acompañaba, que además no era suya, sino nuestra. No hay mayor manifestación de amor: sufrir para evitar el sufrimiento de quien se quiere, aunque sea culpable. Nosotros no haremos tanto: tan sólo devolver algo del amor que hemos recibido de Dios, dándolo a quienes El ha puesto a nuestro lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario