domingo, 29 de abril de 2018

¿Como entendemos el bien común?

El pasado miércoles, mientras buena parte de los madrileños se empotraban en la televisión ante la semifinal europea, presentamos un nuevo libro de la editorial Digital Reasons. Se centra en la renta básica universal, un concepto que tenemos a considerar como utópico o excesivamente idealista, archivándolo sin apenas consideración: pero la tiene, y mucho. Hay varios aspectos que conviene considerar sobre este asunto:
1. Los bienes de la tierra tienen un destino universal, esto es un principio moral que avala la Teología católica y otras muchas posiciones religiosas y filosóficas. ¿Como se concreta? Esto es mucho más difícil. Si el pastel es de todos parece justo que todos tomemos un poco, pero si uno piensa que solo pueden comer los que lo hayan elaborado, entonces la cosa se complica. En cualquier caso, se trata de una cuestión del bien común, de cómo distribuir el progreso que alcanzamos entre todos. Obviamente, abogar por el bien común es cosa muy distinta de pensar que todo tiene que ser común.
2. El sistema económico actual funciona con deficiencias. No sabemos bien cuál puede ser su reemplazo (el comunismo, obviamente, no lo fue), pero algo hay que hacer al respecto porque no tiene sentido que las desigualdades sociales sigan creciendo a la par que lo hace la riqueza global. Los pobres son un poco menos pobres y los ricos son mucho más ricos. Esto no es razonable, no crea sociedades justas, ni sanas socialmente. Las desigualdades extremas llevan a la pobreza marginal, a las carencias educativas, sanitarias y, en muchos casos, a la delincuencia. Hay que pensar en cómo distribuir los gastos sociales de manera más eficiente. No se trata solo de remediar situaciones límite, sino de conseguir que todos vivan con un minimo de bienestar.
3. La revolución tecnológica es imparable y va a suponer, ya lo está haciendo, una tremenda pérdida de puestos de trabajo. Las máquinas hacen mucho más barato, y tantas veces mejor, muchos trabajos que antes hacían los seres humanos. Esto se va a incrementar. Van a crearse otros trabajos nuevos si, pero casi nadie considera que en la misma proporción que los que se destruyen.
4. Los sistemas de renta básica asumen que la gente va a contribuir al sistema y no a aprovecharse de él. No somos ángeles,y en algunas sociedades donde es tan evidente la falta de ética pública, las cosas no apuntan bien para conseguir que la renta básica no degenere en abusos. Hay tarta actualmente para todos, obviamente, pero no sabemos qué pasaría si hubiera mucha gente que dejara de contribuir a construir la tarta.
5. La renta básica debería ser universal, esto es afectando a todos los seres humanos. De otra forma, solo queda el remedio a contruir vallas, que tanto denostamos en Trump. Por ejemplo, estando a menos de 10 km de Marruecos, el efecto llamada de una renta básica en España sería obvio, y no cabría dar unos beneficios universales solo a una clase de habitantes. Esto crearía disfunciones tan severas como vemos en Emiratos u otros países petroleros, con ciudadanos sumidos en el derroche y una inmensa proporción de inmigrantes tratados casi como esclavos.

Hay muchas otras consideraciones, pero dejo al lector a que extraiga sus propias conclusiones de la lectura del libro.

sábado, 21 de abril de 2018

Cambio climático para torpes: los motores diesel

Hace unos días hablaba con un vendedor de coches y, no sé bien por qué, salió a relucir el tema del cambio climático, la contaminación y el futuro de los diesel. Ante mi asombro, me largó una serie de convicciones sobre el asunto que me dejaron verdaderamente perplejo. Llevo tantos años leyendo sobre esta cuestión, que he de reconocer humildemente que puedo estar viviendo en una búrbuja y considerar que lo que yo considero obvio puede resultar lejano a la población común. Así las cosas, vi claro que tengo que hacer un mayor esfuerzo por difundir lo que la Ciencia dice sobre estas cuestiones, en el lenguaje más primario que se me ocurra. El objeto del debate con este vendedor era que los coches diesel son muy buena alternativa ahora, porque lo del cambio climático y la capa de ozono está ya arreglándose, y que las amenazas de prohibir los coches diesel no tienen ningún fundamento científico. Como no teníamos mucho tiempo para aclarar las cosas, me atrevo ahora a hacerlo por este medio, consciente de que lo más probable es que no lo lea nunca. Quizá a algún otro le sirva. En pocas palabras, ante las afirmaciones del citado vendedor, la ciencia actual dice lo siguiente:
1. El cambio climático y el deterioro de la capa de ozono (en la estratosfera) tienen poco que ver. Si se pierde la capa de ozono habría un cambio en todos los seres vivos, porque no estamos diseñados para soportar la radiación ultravioleta, asi que la cosa sería más grave que el propio cambio climático.
2. Los dos fenómenos están causados por factores muy distintos: el cambio climático se debe principalmente a las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. El deterioro de la capa de ozono estratosférico por la emisión de gases clorofluorocarbonados (CFC), antes muy usados en refrigeración y aerosoles y que ahora están prohibidos (desde el año 1987, con la firma del Protocolo de Montreal). El descubrimiento de esta relación les valió el premio Nobel a Mario Molina, Paul J. Crutzen y Frank Sherwood Rowland en 1995.
3. La capa de ozono estratosférica se está recuperando, pero no lo hace cada año, sino a lo largo de muchos, ya que los CFC tienen alta pervivencia en la atmósfera.
4. Los motores diesel emiten menos CO2 que los de gasolina (salvo los híbridos), porque consumen menos combustible. No obstante, emiten más NOx, que también es un gas de efecto invernadero, que los de gasolina. Los de gas natural mejoran a ambos, con menos emisiones. Obviamente todos ellos, diesel, gasolina y gas, emiten más CO2 que los eléctricos, sobre todo si la electricidad se genera con fuentes renovables o nuclear.
5. El problema de los diesel entonces no es el cambio climático, sino la contaminación urbana, porque emiten más NOx (precursor del ozono troposférico) y particulas de pequeño tamaño, ambos muy daniños para la salud humana). Por tanto, los diesel generan un problema local principalemente, y de ahí que tendrán restricciones para entrar en núcleos urbanos. Se sabe lo suficiente de las muertes prematuras debidas a contaminación urbana para que la legislación aplicable se refuerce en el futuro. Pongo la figura que emplee hace unas semanas para ilustrar los datos sobre cada tipo de vehículo.
6. Los coches diesel más modernos tienen mejores filtros y por tanto emiten muchas menos particulas que los antiguos: el problema es que los nuevos acaban siendo antiguos. La combustión diesel es más sucia que la de gasolina y mucho más que la del gas natural.
7. Si el citado vendedor sigue recomendando a sus clientes que compren coches diesel lo hará por un argumento económico (muy razonable, pero que así debería explicarse a los clientes), pero desde luego no con un argumento científico, que le queda lejos a su percepción de la realidad. La legislación futura veremos a quien da la razón. La tendencia europea está bastante clara.